El año 2022 ha sido un año de introspección y evaluación para la industria del videojuego en el País Vasco y Navarra. Los datos del Libro Blanco del Videojuego 2022, editado por la Asociación DEV, han proporcionado una fotografía del estado actual del sector en estas comunidades autónomas. Si bien los números son modestos en comparación con Cataluña y la Comunidad de Madrid, un análisis en profundidad revela una realidad compleja que puede llevar al ocaso del videojuego en estos territorios .
Los números no mienten y los datos cuantitativos muestran que, en comparación con el año anterior, la presencia de empresas dedicadas al desarrollo de videojuegos en el País Vasco se ha mantenido en un modesto 3,2%, mientras que Navarra ha experimentado un aumento del 0,3%, elevando su participación al 0,8%. Estos números pueden generar preguntas y reflexiones sobre el papel de Euskadi y la Comunidad foral en el panorama estatal e internacional del videojuego.
En este sentido, Fran Bodego, CEO y fundador de la empresa Ikasplay, sugiere que es esencial considerar el contexto en el que operan estas empresas. Él apunta que, a pesar de los porcentajes «aparentemente bajos», el País Vasco ha sido «un semillero de talento y creatividad en el ámbito de la gamificación y serious games». Esto sugiere que, aunque la cantidad de empresas pueda ser modesta, «la calidad y el potencial innovador de Euskadi es notable». “Aquí se encuentran estudios y profesionales que, a pesar de los retos, han logrado destacarse a nivel nacional e incluso internacional”. En este sentido, Ikasplay es un estudio veterano que lleva más de 20 años comprometidos con la innovación y la excelencia en la formación eLearning gamificada.
Arturo Monedero, fundador del estudio TLR Games, comparte una perspectiva similar y destaca que la diferencia de tamaño e importancia entre Barcelona, Madrid y Euskadi es «abismal», y que incluso otras regiones, como Andalucía y Valencia, parecen haberse distanciado. Monedero va más allá. En su opinión, «las diferencias son mucho mayores de lo que se presenta en los datos del Libro Blanco».
El Auge del Euskera en los videojuegos
A pesar de los retos cuantitativos, uno de los aspectos más alentadores es el aumento en la implementación del euskera en los videojuegos. En 2021, esta cifra estaba en un modesto 3%, pero en 2022 ha crecido significativamente, llegando al 9%. Este incremento no solo es un reflejo del compromiso con la cultura local, sino también un indicador de la evolución positiva en la Comunidad Autónoma del País Vasco.
Este compromiso con el euskera se ha convertido en un esfuerzo consciente de los estudios vascos y navarros por enriquecer la experiencia de juego para los jugadores locales y, al mismo tiempo, llegar a un público más amplio dentro y fuera de Euskadi. La inclusión del euskera en los videojuegos es vista como una oportunidad para fortalecer y difundir internacionalmente uno de los elementos clave de la identidad cultural y, con ello, permitir la apertura de nuevas puertas en la industria del videojuego.
Éxitos Locales: empresas vascas y navarras que triunfan en el mundo
A pesar de los desafíos cuantitativos y de visibilidad, algunas empresas en la Euskadi y Navarra han logrado destacar y marcar la diferencia en la escena global de los videojuegos. Keplerians, un estudio de desarrollo de videojuegos de terror para dispositivos móviles ubicado en Irún (Gipuzkoa), ha demostrado un crecimiento constante y se ha destacado por desarrollar propiedades intelectuales (IP) propias en colaboración con otros estudios nacionales como Campero Games de Málaga o el desarrollador independiente Carlos Coronado de Barcelona. Su éxito es una prueba de que la colaboración, la innovación y la explotación de un nicho de mercado pueden llevar a resultados notables de un estudio ubicado fuera del entorno de Madrid o Barcelona dentro de la industria del videojuego en España.
Otra historia de reciente interés en Navarra es Nexxyolab, un estudio que se está enfocando en la creación de un mundo abierto espacial basado en blockchain y criptomonedas. Además de su compromiso con la innovación tecnológica, Nexxyolab el proyecto que “más puestos de trabajo en videojuegos está ofreciendo ahora mismo diría que en toda Euskal Herria”, asegura Arturo Monedero, lo que le puede convertir en un importante motor económico en la comunidad.
Un caso destacado en el País Vasco es TellmeWow, que ha superado las expectativas al alcanzar más de 800 millones de descargas de sus juegos móviles. Su responsable de marketing, Jose María Martinez Burgos ‘Hafo’, comparte su asombro por el éxito de su empresa y enfatiza la importancia de reconocer que es posible triunfar en la industria del videojuego desde Euskadi, a pesar de la falta de apoyo institucional y el enorme mercado competitivo mobile. “Mirando hacia atrás, me parece un milagro que una empresa Tellmewow o Keplerians exista, sea rentable, sostenible y tenga un prometedor futuro”, añade Martínez.
A pesar de los desafíos, existe un sentimiento de optimismo y determinación en ambas comunidades. La llegada de empresas externas, como la británica Sandbox, que adquirió EduJoy y Tellmewow, se ve como una oportunidad para consolidar el tejido empresarial y retener talento. La colaboración entre estudios locales y estatales, así como la diversificación en áreas de desarrollo, demuestran que hay estrategias viables para el crecimiento empresarial en Euskadi y Navarra.
Sin embargo, persisten los desafíos en la industria del videojuego. El mercado de desarrollo de juegos de entretenimiento para PC y consolas sigue siendo poco rentable, lo que obliga a las empresas a moverse entre el desarrollo para terceros y el desarrollo propio para sobrevivir. Además, la promoción y venta de videojuegos locales desarrollados en Euskadi y Navarra en un mercado altamente competitivo sigue siendo un reto pendiente; si bien, esta situación no es muy diferente a lo que ocurre en otras partes del resto del Estado español.
Las instituciones y el futuro
Desde 2014, las instituciones públicas vascas han disminuido su apoyo directo a la industria del videojuego en comparación con los años anteriores. En opinión del fundador de TLR Games, Arturo Monedero, “la culpa ha sido de las empresas que no hemos cumplido con las expectativas y se ha decidido apostar por otras industrias culturales”. Esta situación ha llevado a un gran porcentaje de empresas a reconvertir su actividad centradas en el puro entretenimiento a ofrecer soluciones vinculadas a la Industria 4.0, la gamificación de los procesos o el uso de la realidad virtual y aumentada para la formación.
En eta transición, el sector vasco del videojuego ha perdido volumen en los últimos 15 años. “El problema es que el desarrollo de juegos de entretenimiento para PC y consolas es muy poco rentable, debes moverte entre el desarrollo para terceros y el propio si quieres sobrevivir”, detalla Arturo Monedero. “Además –añade– seguimos sin saber vender los videojuegos que desarrollamos, es un mercado muy competitivo y es difícil ver a las empresas vascas en las ferias internacionales buscando financiación o publishing”.
De cara al futuro, Euskadi necesita poner en marcha una estrategia combinada de apoyo y soporte desde lo público para atraer proyectos privados de fuera que ayude a crear un tejido industrial sólido. “Es necesario atraer talento de fuera, que traigan el conocimiento y se cree un tejido industrial que permita poco a poco lograr que grandes compañías vean a Euskadi como una opción”, asegura Monedero. La colaboración entre centros de formación, estudios independientes y grandes empresas podría ser clave para el futuro sostenible de la industria.
Para lograrlo, Monedero considera que es crucial que las instituciones locales reconsideren el potencial de la industria del videojuego y su impacto económico y cultural a largo plazo. Además, la promoción activa de las ventajas fiscales y el ecosistema favorable para la industria podría ser un factor determinante para atraer grandes compañías. Navarra, Canarias y Cataluña son algunas de las comunidades autónomas que están haciendo muy bien las cosas.
Sin embargo, ha criticado la falta de implicación de los responsables de las instituciones “vendiendo las ventajas de nuestro sector”. “No es raro ver en la ferias nacionales e internacionales a responsables de la comunidad de Madrid, del Cabildo de Tenerife o a la embajada canadiense invitándote a ir a sus destinos. Aquí tenemos un gran festival como el BIG, un escaparate que muestra el potencial de nuestra tierra pero nunca vemos a ningún responsable de las instituciones vendiendo nuestras ventajas”, se lamenta Monedero. “Es una lastima porque parece que hemos decidido abandonar los videojuegos cómo plan estratégico a futuro”.
En esta misma línea apunta Jose María Martinez Burgos ‘Hafo’ de Tellmewow. “Somos una rareza en una tierra de industria que no quiere apostar seriamente por el videojuego”. No obstante, considera que el actual tejido empresarial “dará sus frutos tarde o temprano”. “Espero que sea un caldo de cultivo para futuros proyectos y para un ecosistema más sostenible. Es importante saber que se puede triunfar también desde Euskadi”.
El sector del videojuego en el País Vasco y Navarra se enfrenta a retos significativos, pero también hay indicios de un compromiso con la innovación y la calidad. Se ha demostrado que los videojuegos vascos y navarros, en cualquiera de sus vertientes (entretenimiento o serious games), pueden sostenerse y triunfar desde lo local y son un factor importante en el desarrollo económico y cultural a futuro. A medida que la industria evoluciona, la colaboración, la promoción activa y la visión a largo plazo se convierten en claves para un futuro más esperanzador.