Casi una tercera parte de los ciudadanos españoles entre los 16 y los 49 años de edad se describen a sí mismos como «jugadores activos que juegan a una consola, dispositivo portátil o PC». Así lo reconoce un estudio de la Federación Europea de Software Interactivo (ISFE) sobre las tendencias cambiantes entre los jugadores de videojuegos europeos.
En éste sentido, los datos que recoge el estudio reconocen que el 28% de la población de España, con un rango de edad entre los 16 y 49 años, se consideran «jugadores activos» en cualquier plataforma de ocio.
Del mismo modo, la encuesta rompe con la idea de que los videojuegos son parte de la adolescencia, ya que algo más de una sexta parte de los jugadores españoles tienen entre 30 y 49 años, frente al 33% del Reino Unido. Las mujeres poco a poco van aumentando su parcela dentro del universo de los videojuegos puesto que el 18% juegan habitualmente, tan sólo 11 puntos porcentuales por debajo de las inglesas.
El estudio realizado entre 6.000 jugadores de 15 mercados, entre ellos España, destierra «percepciones equivocadas muy extendidas acerca de la comunidad de videojugadores». En éste sentido, el 40% de los usuarios dedica entre 6 y 14 horas semanales a jugar. El mismo tiempo que pasa viendo la televisión, navegando por Internet o estando con sus familiares y amigos. El 72% juegan por placer, el 57% como una forma de estimular la imaginación y el 45% afirma que los juegos «le hacen pensar». Por otro lado, casi la mitad de las personas que no juegan (48%) citan como motivo «la falta de tiempo».
Para el presidente del Consejo de la ISFE, Jens Uwe Intat, los resultados de la investigación «reafirman» que «los videojuegos ocupan un lugar importante en la cultura del ocio actual. La gente que consume videojuegos abarca todas las edades, sexos y nacionalidades».
Una de las mayores preocupaciones de los padres hoy en día es saber a qué juegan sus hijos. Un sistema «extremadamente útil» o «muy útil» es el sistema de clasificación Paneuropeo PEGI, tal y como asegura el estudio. Además, el 81% de los padres jugadores, aseguran que lo hacen con sus hijos, y más de la mitad controlan siempre los juegos que compran y a los que juegan sus hijos.