Comentaron las dificultades que tuvieron para conseguir financiación y presentaron algunos trabajos de arte de «Los delirios de Von Sottendroff y su mente cuadriculada»
Bilbao (Vasco Press).- Más de 150 de estudiantes y jóvenes desarrolladores interesados en entrar en el negocio de los videojuegos recibieron este pasado fin de semana en Madrid una amarga dosis de realidad. A través de varias conferencias, se les enseñó a no temer a los fracasos sino aprender de ellos. El director creativo de la compañía vasca Delirium Studios, Arturo Monedero, fue uno de los ponentes.
La sede del Colegio Oficial de Médicos en la capital española fue el escenario de la IV edición del encuentro de jóvenes desarrolladores de videojuegos (IDEAME) que organizó Nintendo España y estuvo auspiciado por el Máster de Desarrollo de Videojuegos de la Universidad Complutense de Madrid.
Durante el sábado y el domingo más de una veintena de ponentes de carácter internacional ofrecieron a 170 futuros profesionales el lado menos idealista del sector del videojuego. Un encuentro que sirvió para «desmitificar el videojuego y ofrecer una perspectiva muy real de lo que significa trabajar en esta industria», tal y como explicó a «Vasco Press» el responsable de marketing de Nintendo, José Arcas.
Uno de los conferenciantes fue el director creativo de Delirium Studios, Arturo Monedero, al que no se le caen los anillos al reconocer algunos de los reveses que han sufrido desde que decidieron entrar en el negocio y que les ha servido para aprender. «El problema de los chavales que llegan a este mundillo quieren empezar a hacer grandes juegos como ‘Call of Duty’ sin haber hecho antes un simple ‘Comecocos'», reconoció.
Una propuesta a la que se sumó Joost Van Dongen, del estudio de los Países Bajos Ronimo Games y creador del juego para PC ‘Proun’, que dejó en manos de los compradores el precio del juego. «Por supuesto fue un fracaso absoluto ya que en la opción de pago permitía su compra por cero euros», adelantó Arcas. También estuvo el fundador del estudio español Mercury Steam, Enric Alvarez, que contará lo mal que estaba su compañía antes de lanzar la superproducción ‘Castlevania: Lord of Shadows’.
Las jornadas se completaron con las charlas de Carlos Fernández (Moonbite Games), Tyrone Rodríguez (Nicalis), Joulio Moruno (Enjoy Up), José Manuel Iñiguez (Akaoni Studios) y Collin van Ginkel (Two Tribes), entre otros. «Se trata de profesionales que no tienen ningún miedo de hablar sobre los fracasos que han sufrido», explicó Arcas.
Proyecto vasco-catalán
La cuarta edición de IDEAME en Madrid va sirvió para reunir de nuevo a Arturo Monedero, de Delirium Studios, y el director de la compañía catalana Abylight, Nacho García. Ambos ofrecieron una charla conjunta sobre cómo se conocieron hace dos años en el evento auspiciado por Nintendo y cómo surgió el videojuego en el que actualmente están trabajando ‘Los Delirios de Von Sottendorff y su mente cuadriculada’. «Uno tenía hambre y el otro las ganas de comer», recuerda José Arcas.
‘Los Delirios de Von Sottendorff y su mente cuadriculada’ fue galardonado con el premio al Mejor videojuego vasco en la primera edición del Festival Internacional hóPlay celebrado en Bilbao. Tras lograr la financiación suficiente se aliaron con la compañía catalana para llevar a la consola Nintendo 3DS este videojuego. Este proyecto vasco-catalán se convertirá en uno de los primeros videojuegos españoles para la consola portátil.
El director creativo de Delirium Studios adelantó a «Vasco Press» que darían a conocer cual es el método de trabajo que están utilizando ya que uno de los equipos está en Bilbao y el otro en Barcelona. «Siempre es mejor trabajar juntos porque se puede ir supervisando paso a paso todos los hitos del proyecto».
Monedero destacó como «elementos imprescindibles» para sacar adelante un videojuego «tener una buena relación, confianza, una excelente organización del trabajo en equipo y el cumplimiento de los plazos». Para ello, intentó hacer ver a los jóvenes desarrolladores la importancia del documento de diseño «al que hay que ceñirse para no perderse» ya que, si se añaden demasiadas cosas durante el proceso, «puede que el proyecto se te escape de las manos», alertó.